La autora

Me llamo Graciela Fernández y soy Coach Ontológico Profesional. 
No soy una separada que escribió un libro sobre su separación para hacer catarsis: soy una escritora que eligió ese tema para escribir un libro, que es distinto. Soy una escritora que escribió un libro de humor y autoayuda, pensado y diagramado como tal y basado en las vivencias y experiencias de la gente común y corriente, esa que tiene más o menos los mismos problemas, alegrías y pesares aquí en mi país, en Europa y en casi todo el mundo. 

Hecha esta aclaración, prosigo.
Nací el 26 de febrero de 1960 en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, parte de mi infancia y toda mi adolescencia transcurrieron en Unquillo, provincia de Córdoba, y cuando tenía 25 años me mudé al pueblo vecino, Río Ceballos, mi lugar en el mundo.
No me casé con el amor de mi vida pero a los 22 años tuve con él una hija de la que estoy muy orgullosa. Dos décadas después, el amor de mi vida se convirtió en mi ex; hoy es algo así como un hijo inmaduro por el que, pese a todo, siento un cariño casi maternal.
Escribo desde jovencita, aunque recién pasados los 30 descubrí que mi destino era ese, escribir. Pero como también hay que comer y pagar las cuentas trabajé en lo que pude y mientras pude, algo de lo más común aquí en Argentina. 
Fue así que confeccioné ropa artesanal que vendía yo misma, tuve un taller de aparado de calzado con mi mamá, fui secretaria en una distribuidora mayorista...
Poco a poco, mis trabajos se fueron alineando con mis intereses y mi vocación. Durante seis años fui asistente de una reconocida escritora de Córdoba. Al mismo tiempo, comencé a incursionar exitosamente en la corrección de textos; las seis últimas novelas de Cristina Loza son mi mejor carta de presentación como correctora. Actualmente también coordino talleres de escritura autobiográfica presenciales y on line.  
Manual de Instrucciones para Recién Separadas es mi primer libro. Fue editado en Córdoba (edición tradicional, en papel) por Ediciones del Boulevard: el editor, Javier Montoya, se jugó entero y puso el dinero de su bolsillo, algo que le agradeceré toda mi vida.  En diciembre de 2011 salió la reedición, esta vez en formato digital (e-book), en septiembre de 2015 relancé el ebook corregido y aumentado, y en diciembre de 2015 llegó la segunda edición en papel.  
Mi capital literario se completa con una novela inédita terminada, otras dos en preparación, varios proyectos en pañales, más las notas de mi página web y las que publico en este blog.
No soy licenciada en letras, ni profesora, ni maestra, no participo en concursos literarios, y por lo tanto no tengo títulos ni premios con los que armar un curriculum. Mi mejor carta de presentación es lo que escribo, y el único juicio que me interesa es el de mis lectores.

Dándole un giro inesperado a mi vida, a los 55 años decidí formarme como coach ontológico profesional y certifiqué en diciembre de 2016, un logro importantísimo por todo lo que aprendí durante la formación, lo que sigo aprendiendo cada día y lo que puedo aportarle a los demás desde esa maravillosa profesión. 

Hace un tiempo, escribí en mi blog personal:

"Soy una persona feliz por convicción; ser infeliz sería una ingratitud, porque la vida me ha dado y me da mucho. 
Amo sin estridencias pero con lealtad a mi familia, mis amigos y lo que hago. Y sumo, siempre sumo: afectos, experiencias, enseñanzas, que multiplican la capacidad de mi corazón y de mi cerebro para recibir cada vez más. 
Quisiera alcanzar la sabiduría del que escucha sin juzgar, entrega sin medir lo que recibe a cambio y enseña sin mezquindad todo lo que sabe". 

Hoy no sabría expresarlo mejor. Son palabras tan simples, tan mías, tan vigentes, que preferí copiarlas del original antes que arriesgarme a escribir otras nuevas, que ya no dijeran lo mismo. 
El resto, está en mis textos.