lunes, 26 de diciembre de 2011
Los testículos de la discordia
Me quedo más tranquila: según este artículo la infidelidad es natural, no somos monógamos por naturaleza y hombres y mujeres por igual podemos sentirnos atraídos por alguien que no es nuestra pareja, y tirarnos una cana al aire. O tener un/a amante. Y todo eso está íntimamente relacionado, aunque no lo crean, con el tamaño de los testículos humanos. Si no me creen, lean la nota completa. tal como apareció publicada en La Vanguardia, de México.
Pero entonces, ¿por qué la idea de la fidelidad, o mejor dicho de la monogamia, que es algo cultural, se ha impuesto con tanta fuerza entre nosotros? ¿Por qué la infidelidad duele tanto? ¿Por qué seguimos soñando con el amor "para toda la vida"), ilusión que a estas alturas de la civilización sabemos que es insostenible?
Y sobre todo, ¿por qué las separaciones que se producen cuando alguno de los dos abandona al otro son tan problemáticas, tan agresivas? Si la infidelidad es natural, no debería asombrarnos que alguien nos sea infiel...
¿Será que nuestra mente consciente está actuando a contramano de nuestra naturaleza, y trata de imponer un modelo cultural, o social, que no tiene nada que ver con lo que nuestros cuerpos y nuestras hormonas quieren?
¿O será porque nos olvidamos de que tenemos una mente, y un espíritu, que deberían ser quienes de verdad llevaran las riendas de nuestras vidas?
Les dejo la inquietud.
Si te gustó esta nota, el libro te gustará mucho más.
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¡Mira vos de lo que vengo a enterarme!
ResponderEliminarEn fin...
Un saludo cordobesa amiga.
Carlin